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Volver



“Tal vez tengamos miedo,

tal vez no nos animemos ni siquiera a pensar que existe otra realidad, ESA REALIDAD.

Estamos tan acostumbrados a lo que somos, a lo que hacemos. ¿Para qué cambiar?

…Es posible compartir los dos mundos.

Siempre que hemos viajado, se hizo necesario volver. Volver a qué?

Cuál es la Originalidad, y qué queda de nosotros a nuestro paso?

Para qué todo esto si no lo entiendo, sólo lo siento.

Soy yo, o somos todos?

Miro a mi alrededor y no veo.

Pienso y me confundo.

El sueño de un demente inyectado en la realidad insustancial de lo olvidado.

Pájaros sin cuerpos, alas de aire.

El destino de la vida, o la sutil maniobra de la locura hecha vuelo para no despertar (por completo).



Sueño que sueño en espuma…

un torrente sumergido en mi sueño.



Ellos me ven. Hablan. Piensan.

Qué soy. Dónde estoy.



A veces, cuando duermo, sueño que vuelo. ¿Cuál es el sueño?

Mi cuerpo en mi mente, o mi mente en mi cuerpo.

La creación, o la imaginación creada.

El pájaro sin vuelo herido en la oscuridad.



Detrás de la luz, en algún lugar de las sombras, un miedo a no reconocerme, a no encontrarme.

El poder para destruir. La falta de voluntad para destruir.

Sólo abrir los brazos. Sólo elevarme desde mi pecho.

Sólo completar el Movimiento.



Y de pronto, nada ocurre. …He sido elevado.

Y de pronto todo es caos allí abajo. ¿He sido yo?



PADRE: Muéstrame un torrente de inconciencia donde sumergirme.

Dormir.

Sólo dormir.”

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